Sena Caldas.

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Sena Caldas.

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LA PATRIA | Manizales

Había tres maneras de conseguir empleo en el Sena Caldas, de una, con costosos contratos. Que lo metían a la entidad, lo metían, pero el objetivo final debía ser aportar dinero y/o votos para la campaña política del fallecido exsenador caldense Mario Castaño Pérez (cabecilla).

Este capítulo de la red de corrupción nacional reconocida como Las Marionetas tocó a Manizales. Desempleados de la ciudad eran contactados por Alejandro Noreña Castro y por Juan Carlos Martínez para obtener trabajos. Unos aportaban parte del salario. Podía ser una cuota mensual o el pago de un mes. Otros garantizaban votos para el exsenador y el resto se comprometía con sufragios, sino que a estos últimos les falsificaban documentos para que pudieran ganarse los puestos.

A ellos les enredó la vida este proceso corruptivo, como les pasa desde el 2022 al menos a 50 personas de todo el país, entre alcaldes, exmandatarios, exfuncionarios locales y nacionales.

Operación Sena

Desde la semana pasada llegó a la ciudad una fiscal especializada con el fin de tramitar principios de oportunidad con esas personas a las que les falsificaron documentos que acreditaron experiencia para entrar al Sena. Esa figura jurídica permite, previo cumplimiento de unos compromisos, y el aval de la víctima, que cese la acción penal contra ellos por falsedad en documento. Así quedan sin antecedentes, pese a que reconocen lo que hicieron, pero eso lo debe avalar un juez.

No se repite

Luz Clemencia Osorio es una de ellas. Ofreció disculpas públicas en la audiencia.

"Pido perdón por usar esos documentos facilitados por Alejandro Noreña. Lo hice por acceder a un trabajo, salí de la Universidad y nada de trabajo, solo cosas diferentes a mi carrera. Ellos me colaboraron, pero nada me exime. Me queda la lección, duro tener una indagatoria, conseguir abogado y estar acá en esta audiencia. Jamás volverá a pasar".

LA PATRIA estuvo en esas diligencias. A todos les avalaron ese principio y se salvaron de una pena máxima de 108 meses. Servirán de testigos contra Noreña Castro.

1. No lo necesitaba

A Alejandra Catalina Valencia Hincapié, para darle dos contratos en el Sena, le falsificaron un certificado que decía que laboró del 13 de marzo del 2017 al 10 de enero del 2019 en Global Green. El representante legal de esa empresa negó en esta investigación que la mujer haya trabajado allí y luego la joven hizo lo mismo. "Ese certificado me lo dio Noreña, no sé de dónde lo sacó".

Como parte del principio de oportunidad, cumplió estos compromisos: manifestación pública de perdón al Sena y a Caldas (en emisora lo hizo), trabajo social no remunerado de 3 sesiones de 8 horas en la biblioteca del Sena, donación de $455 mil en libros para la misma entidad (corresponde al 10% del salario que recibía), observar buena conducta y borrar ese certificado falso del Secop.

Como dato curioso, la fiscal contó que Alejandra no necesitaba ese certificado falso, cumplía requisitos para el contrato.

2. Estaba sin empleo

A Laura Vannesa Cifuentes, Noreña le falsificó un certificado para que ella pudiese quedarse con 3 contratos (2020 al 2022). El papel decía que ella, de julio del 2016 al 2018, fue auxiliar administrativa de Corpofuturo, situación que negó el representante legal y luego ella misma. "Conocía del delito y siguió adelante", expresó el ente acusador.

La mujer narró que era líder en La Enea y una vez hacían un bingo. Se encontró con Noreña, quien le indagó que si tenía trabajo. Ella dijo que no y que estaba recién egresada. Noreña se ofreció a ayudarle y le pidió la hoja de vida para apoyarla en el Sena.

Como parte del principio de oportunidad, cumplió estos compromisos: manifestación pública de perdón al Sena y a Caldas (lo hizo en la audiencia), trabajo social no remunerado de 3 sesiones de 8 horas en la biblioteca del Sena, donación de $260 mil en libros para la misma entidad (corresponde al 10% del salario que recibía), observar buena conducta y borrar ese certificado falso del Secop.

Como dato curioso, la fiscal contó que no necesitaba ese certificado falso, pues cumplía requisitos para el contrato.

3. No le vio problema

A Juan David Giraldo Correa le falsificaron un certificado de auxiliar administrativo de la empresa Ancara Brio SAS. "Conocían que no trabajaron para esas empresas, pero usaron esos documentos en sus procesos de selección. Para Juan David era su primer trabajo en el sector público, Noreña le ayudó a cargar documentos y él no le vio ningún problema", dijo la acusadora.

Ofreció disculpas, donó $200 mil en libros y ejecutó trabajo social en la biblioteca del Sena por 3 sesiones de 8 horas.

4. No lo expidieron

Diana Belén González Salazar. Le certificaron que trabajó en salud ocupacional en Top Ingeniería SAS, pero el papel nunca se expidió. Tampoco laboró allí.

Donó $210 mil en libros para la biblioteca y ejecutó trabajo social en la granja Los Cerezos en 3 turnos de 8 horas.

5. Ni uno ni el otro

Luz Clemencia Osorio usó 2 certificados del 20 de febrero del 2019 y otro sin fecha que decía que fue profesional en evaluación de proyectos 2 años y jefe de recursos humanos.

Donó $300 mil en libros y estuvo en 3 jornadas de trabajo en la granja Los Cerezos.

6. No fue auxiliar

El documento decía que María José Hernández Duque fue auxiliar de atención al cliente en Corfuturo en el 2019. No fue así. Ofreció disculpas, dio $320 mil en libros y aplicó 7 jornadas de trabajo social en diferentes horas en la biblioteca.

7. No requería

Angie Ximena Franco Álvarez presentó una certificación de experiencia de Global Green como asistente administrativa del 1 de enero del 2016 al 30 de noviembre del 2018. Lo curioso es que esa no la requería como lo aclaró la fiscal.

Ofreció disculpas públicas, adelantó servicio social en la biblioteca en 3 jornadas de 8 horas y dio libros por $266 mil.

8. Uno más

Jhon Alexánder Bedoya. Se dijo que laboró en Global Green como asistente administrativo, lo que era falso. Dio $250 mil en libros y laboró en 3 jornadas de 8 horas de trabajo social en la biblioteca. Pidió perdón público en la audiencia.

"El máximo reproche es para Noreña y Martínez. Estas personas eran unos desempleados desesperados": fiscal.

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